Samuel Amaya
Escritor, poeta, nacido en San Miguel de Tucumán, 1997 es Profesor en Letras, egresado de la Universidad Nacional de Tucumán. Alumno de la Licenciatura en Letras – UNT. Participó en diversas antologías de poesía nacionales y provinciales, como Putiverso: Mundos Maricas de la Poesía Argentina en Democracia (Ed. Ojo de Loca, 2024), Con la Intensidad de la Siembra (Falta Envido Ed., 2024), Fe (Camalote Ed., 2024). Publicó su primer poemario Proyecto 97 (Ed. Copo de Nieve, 2023) Próximamente publicará el fanzine Changuito (Camalote Ed.) y Curarse el cuerpo con azúcar (Puerta Roja Ed.) (Mención de Honor en el Concurso de Poesía “Dora Fornaciari” 2024, de la Municipalidad de Tafí Viejo – Tucumán)
Samuel Amaya |
Selección de poemas del fanzine Changuito (Camalote Ed. – próximo a publicarse)
Mi corazón es una pelota
de goma roja, dura y rayada
que los changuitos usan
para pegarse entre ellos
dejar en la piel una marca sucia
reconociendo que algo (o alguien)
lo marcó.
Nunca dejará de rebotar
por más que la corten,
la pinchen o le hagan turucuto.
Esa pelota seguirá rebotando
en las paredes orinadas del barrio
en los cuerpos de los changos grandes
en esa baldosa que lleva mi nombre.
Yo con mi corazón
no podría jugar. No sé jugar.
Cómo hacerla rebotar en el suelo
sin sentir las manos transpiradas
y escuchar los gritos de cuidado
la pelota corazón me va a pegar
Mi corazón es como esa pelota
de goma roja que no se infla con nada
se alimenta de los changos traviesos
que tienen el honor de hacerme sentir
el cielo y la tierra
en un rebote.
Cuando nos tocaba jugar a la escondida
y cada quien debía encontrar su lugar oculto,
Ramirito me invitaba al suyo
para que nadie pudiera encontrarnos
para que las sombras nos abrazaran
eran segundos donde me hablaba sin miedo;
yo era una especie de dios
a quien le rezaba un rosario completo
y amén no era el final.
Su boca dibujaba un barco de papel
que navegaba por mis oídos buscando puerto.
Una vez, con esa misma boca,
trajo a su vieja a nuestra oscuridad,
con final y silencios, me dijo
mami dice que a los putitos como vos
se los llevará el cuco y hombrecitos como yo,
bien machos, jugaremos con el ángel de la guarda
así me decía ese amigo de la infancia
que era más tierra en la boca que leche
y sus manos un hormiguero de bolunchos.
Siempre me quedé con la intriga de saber
qué habrá pasado con Ramirito
si aún recuerda ese momento
de contarnos cosas en la oscuridad
si habrá tenido familia,
si sigue siendo un hombrecito,
bien macho y con ángeles
que lo guarden...
Tengo unas ganas de llegar a ese cielo,
de enredarme en los brazos de tata Dios
y cuando me toque verle la cara a Ramirito,
salir de mi escondite y decirle:
piedra por mí y por todos los putitos.
Selección del poemario Curarse el cuerpo con azúcar (Mención de honor en el 3er Concurso de Poesía “Dora Fornaciari”, organizado por la Municipalidad de Tafí Viejo – 2024) (Puerta Roja Ed. – próximo a publicarse)
Proyecto 97 Ed. Copo de Nieve- 2023 |
Tucumán es azúcar y mi cuerpo también1
cuando los changos abren las hebras
de mi corazón y buscan miel
como en la mazamorra de mami
ellos se alimentan de este jugo
de llevarse algo dulce a la boca
que los haga volar
que les dé fuerza
y hacen de mi cuerpo
un volcán de melaza
que puedan traer a su cama
al lado de sus patronas
y cuando el dulzor tiembla
en sus piernas, sienten mi cuerpo
florecer.
1 Este poema, al igual que dos más de la primera sección de este libro, fueron publicados en la antología Putiverso: Mundos maricas de la poesía argentina en democracia (Ed. Ojo de Loca, 2024), compilado por Enzo Cárcano y Jorge Luis Peralta. Por otro lado, los mismos no formaron parte del material enviado a la convocatoria del Concurso de Poesía “Dora Fornaciari” 2024 - Tafí Viejo.
Tranca, Gatito, yo te acaricio
el pelaje negro caliente
bordeando tu contorno subiré
con mis dedos a tu lomo
para que maúlles toda la noche
sobre mi venta
abierta
sobre mis piernas te acuestes
cuando dejes dormida a la Gata
vení a rasguñar mi corazón
acá yo te acaricio.
Me curé el cuerpo con azúcar
y queda poco de aquel changuito
que decía voltearse tantas minas
sean necesarias para no recibir
el cintazo en la espalda
que mañana le daría doce nietos
a la vieja para que no lo abandonen
junto a los otros changuitos averiados
Ya no queda casi nada de ése
que entregaba el corazón
por un pedazo de caricia
de ése que se disfrazaba de día
y de noche abría su piel bajo la luna
Todo ardió en mí
en mí ardió un cañaveral
y ahora sólo quedan costras
hechas de azúcar.
Samuel Amaya
Links. para leer más sobre el autor Samuel Amaya :
https://flordeave.com.ar/poemas-de-samuel-amaya/
https://lapapa.online/asi-es-realmente-mi-voz-la-que-creia-perdida-y-pude-encontrarla/
https://lapalta.com.ar/interes-general/lectura-de-domingo-secretos-de-mariposas
https://www.facebook.com/samu.amaya3
pieldemundoblogspot.com agradece inmensamente las poesías compartidas por Samuel Amaya, entrañable, humilde y escritor que crece a pasos agigantados.
¡¡¡ GRACIAS !!!