martes, 27 de abril de 2021

POESÍA ARGENTINA: GUSTAVO TISOCCO-CORRIENTES

 

GUSTAVO TISOCCO:

                                           nació en Mocoretá –Corrientes- Argentina. Tiene publicado los poemarios “Sutil”, “Entre soles y sombras”, “Paisaje de adentro”, “Pintapoemas”, “Cicatriz”, “Rostro ajeno”, “Desde todos los costados”, “Terrestre”, “Quedarme en ti”, “Reina” y “Hectáreas” (libro publicado en Madrid, España) “Perla del Sur”,  “Entre ventanas” y “Nueve poemas” ; así como los Cd “Huellas”, “Intersecciones”, “Corazón de níspero” y “Terrestre”.

Participó de diversas antologías tanto en Argentina como en diferentes partes del mundo. Asiste a encuentros nacionales y asistió a festivales internacionales en México, Perú y Nueva York como invitado.

Creador y director del sitio MISPOETASCONTEMPORÁNEOS desde el año 2006.

Recibió varios premios entre los que se destacan el Premio “Puma de Plata” de la Fundación Argentina para la Poesía por su aporte a la difusión de la Palabra, 1er Premio del Encuentro internacional de Médicos escritores en el año 2004 y 2006 respectivamente, Poeta revelación en el Encuentro de poetas latinoamericanos de Villa María en el año 2007, 1er Premio de Poesía del Encuentro Reunión de voces organizado por el grupo Las Pretextas en 2007,  además del reconocimiento de los grupos Utopoesía, Asolapo y El Ciclo Cultural Misterio y Palabra.

En 2018 fue homenajeado en Rosario por su trayectoria y su difusión a la Palabra por el Grupo Escritores Activos.

Sus poemas fueron traducidos al inglés, italiano, portugués, catalán y francés.

Gustavo Tisocco

                                              

 Gustavo Tisocco no sólo pasó a integrar  el grupo de personas consideradas personal esencial en éste tiempo de pandemia, sino que también   poetas como él  deberían ser "seres esenciales ", en los que detenerse, es médico pediatra, entre cuyo desempeño recibe a niños  que dan a luz las  madres, además su tarea de una gran solidaridad con  se dedica a crear lazos entre poesía y autores ha, servido de " abrazo". Enorme difusor de otros autores, desde las 08. pm- hora argentina, desde Facebook Live ha llegado a la16 ava edición 2021 de las lecturas que realiza: MISPOETASCONTEMPORANEOS, mientras va recorriendo el país con poesías y autores a los que publica y luego van en ofrenda sus lecturas. Modos de la llamada " nueva- normalidad", en que teje una delicada y segura red de unión entre la audiencia que se reúne para compartir junto a él desde distintas provincias de nuestro país y del mundo. Así demuestra ser un esencial de la palabra en cada tarde que incesantemente y con su tonada correntina a veces, entona una canción como sonido de río

cristalino. Agradecida comparto algunos poemas de Gustavo Tisocco de sus libros "Perla del Sur " ( 2019) y " Hectáreas" (2016) en pieldemundo.blogspot. com

            "Ser dos, ser uno con el todo, criatura mítica, ángel y fauno a quien nada de lo que ocurre másallá de su terruño le es ajeno. Su palabra poética abreva también en la realidad cotidiana paradenunciar el dolor y la llaga, la injusticia y la miseria-"- Escribe Sandra- Tana- Pasquini, en el prólogo de su libro " Perla del Sur ", refiriéndose a la obra  de Gustavo Tisocco.

"Se hamaca la reina en los patios de la inocencia, reparte joyas para los que se atreven a reconocerla en los espejos. En la fotografía de sus ojos, hay un niño guardado bajo el agua y kilómetros de río envolviendo su cuerpo que renace.

Gustavo es un ser sin orillas. Ha vencido la jaula, la silla del acusado, las ausencias. Lejos de cualquier artificio, su estilo guarda una estética comprometida."- Comienza expresando la la poeta Claudia Tejeda en el prólogo al libro " HECTÁREAS" de Gustavo Tisocco. 



Gustavo Tisocco



POEMAS DE " PERLA DEL SUR " ( 2019)

 Ed. Vinciguerra / colección metáfora


 

                               A mi abuela Rosa

Ella coleccionaba inocencia
y guardaba
de cada hijo de sus hijos
cordones umbilicales, dientes
cortes de pelo.


La abuela Rosa sabía
que el tiempo lo puede todo
que el olvido siempre triunfa
que la memoria se muere mucho antes
de cerrar la puerta.


Un álbum, cada etiqueta un niño,
hojas perfumadas
que se fueron poniendo pálidas,
testamento de amor
que nos rescató del derrumbe, del abandono.




Me gustaba esconderme bajo la mesa
transitar ese universo de cuatro patas
donde era posible cualquier hechizo.


Ser barco en ese mar de cemento
o calandria bajo el cielo de madera
quizás león en esa jaula.


Todo el abrigo estaba ahí
todo el espacio que necesitaba.


Me gustaba acurrucarme debajo de la mesa
y ser libre en esa casa dentro de otra casa
—la otra casa de los seres amados,
de los que se fueron—
me gustaba esa edad, ese tiempo,
esa lejana aventura.





Mi abuelo me preguntó
¿sabés lo que es el olvido?


—Contame abuelo, dije.


Me miró con sus ojos de nubes
y dijo:
¿ qué te estaba diciendo?




Si la panza estaba de punta
si estaba alta o baja
las comadronas del pueblo presagiaban el sexo
—pero podían equivocarse—
que se compraba ropita verde o amarilla
—que iba bien para un nene o una nena—
que la cunita blanca
que lo mejor es que salga sanito/sanita
que San Ramón Nonato
que tender la cama dónde nacería la gloria
que pensar en los nombres
que sorprenderse al fin.


Un nombre quedaba descartado al nacer,
el crucigrama era revelado,
la sexualidad lo sería después.





Tuve coronitas de novia en el pelo
el aroma de la inocencia
el ramillete blanco
que a esa edad no estaba prohibido.


No sabía
no importaba
lo que vendría después.
Yo elegía ser la novia



                                A mi pueblo Mocoretá,

                         La perla del sur correntino.

 

A

bien al sur de mi Corrientes

donde dos ríos se besan

donde la perdiz bailotea entre los pastos

y el colibrí es acariciado por el viento

donde una Virgen de Itatí te recibe

y una música chamamecera te bendice el alma.

 

Ahí

bien al sur de mi Corrientes

donde peones surcan la tierra

para que mandarinas y naranjas florezcan

entre sandías y melones

donde el resplandor de la tarde anuncia el tiempo

y un vuelo de gorriones te lagrimea en la mirada.

 

Ahí nací

bien al sur de mi Corrientes

donde mis abuelos dejaron cicatriz

y con mis padres descubrimos firmamentos

niño de bandera flameando

los mejores amigos conocí

las siestas milagrosas   los destellos.

 

Ahí

bien al sur de mi provincia

tierra del taraguí

perfumes de ceibo y aromitos

hechizo de luciérnagas y grillos

mate recién cebado

y mis fantasmas entre sus piedras.

 

Ahí en mi Mocoretá nací

bien al sur de mi provincia

bien adentro de mi ser

ahí nací, Mocoretaense soy.



                       

POEMAS DE " HECTÁREAS"

 AMARGORD ED. - Madrid 2016



3

                         A los desaparecidos.
                         A sus madres.


Ellos parieron a sus madres
y estas llevan sus fotos mostrando al mundo
que no hay naufragios.


Ellos, los ausentes,
denuncian con sus gritos
la poca memoria
de los que salvándose
se quedaron en la barca.


Sus madres también gritan
y descubren que en el fondo del mar
florecen jardines.

 

 

 

9


Se mantenían bajo el agua
y visitaban jardines
donde crecían esmeraldas,
comprobaban a fuerza de pulmón
que el más osado
escalaba montañas acuáticas
y en la cima lo recibía el rey pez.

Llegaban al castillo que existía
-no sólo era fábula y bailaban y corrían
por salones color mineral.


La asfixia indicaba el retorno.


Nadie entendió
lo del niño aquel que quedó extraviado,
que no regresó

 

 



50



Hablábamos de Dios
como si fuese un duende en la siesta
una leyenda
de esas que te cuentan cuando duermes
un reflejo apenas
una palabra.


Hablábamos de Dios y empezó a llover

                                                              y comprendimos.

 

 

 

36



Confieso que he amado
y me apuntaron todas las manos
y sangró mi casa
y estuve en guillotinas
de lenguas pudorosas
y denunciaron mi corazón desnudo
y encarcelaron los gorriones de mis ojos
y solo me dieron un vino rancio
que no bebí.


Confieso que he amado
y es mi gloria la condena.

 

 Gustavo Tisocco



Contacto con el autor: gustavotisocco@gmail.com