Perla Matilde Noé :
Escribir algo aunque no sea excelente es una manera de despedirme de Ricardo ( mi esposo que está en el cielo)-cuenta y se emociona- de llorar con palabras - dice Perla Matilde , sonríe y comparte los textos, en su mayoría poesías que conserva desde hace muchos años y una nutrida producción que la caracteriza en este tiempo, en el que aún transita el camino del duelo de su marido Ricardo Cohen Imach.
Sus padres la incentivaron a estudiar, terminó su graduación de secundaria con honores, como Maestra Norman nacional. A los diecisiete años se casó con Ricardo, tuvieron 6 -seis- hijos . Se dedicó siempre a su familia , sin embargo, su hermano Víctor Noé, desaparecido durante la última dictadura cívico militar argentina de 1976, le sugería libros a leer cuando su familia descansara, como " Pedro Páramo", " El llano en llamas " de Juan Rulfo, " El siglo de las luces " de Alejo Carpentier y muchos otros.
Supo canalizar su avidez por estudiar, así como también la transmisión oral resguardaba creencias importantes para loa sefardíés , los valores heredados no se perdieron nunca, sino que coexisten , sus padres cantaban zambas en ladino, y su madre cantaba el romance de " La Catalina ".
Perla Matilde Noé |
En 1977, comienza su primer curso con la escritora y profesora Alba Omil en el
"
Desde hace 47 años coordino grupos de cultura entre ellos “ Lecturas y críticas
de textos latinoamericanos, españoles, asiáticos , ingleses, italianos,
norteamericanos , mexicanos, alemanes y otros, siempre leyendo cuentos y
novelas en mi casa."
Fueron
mis maestros:
Alba Omil, Victoria Cohen Imach, María Eugenia
Bestani, Marita Pilan, María Laura de Arriba, Jennie
Valentie, Susana Maidana, Liliana Massara, Guillermo
Siles, Pedro Arturo Gomez, Eugenia
Flores Franco de Molinillo, entre otros.
Pasaron por mi
casa que siempre fue el lugar de los cursos : Marta Mercader,
Syria
Poletti, Libertad Demitropulos, Olga
Orozco( la amo), Joaquín esposo de Libertad,
María Rosa
Lojo, Juan José Hernández vino
dos veces, Leopoldo Brizuela, Rogelio Parolo,
Beatriz de Parolo, Belén Aleman , Eduardo Roszenvaig.
Luis Bonano, Luis González Alvo, Facundo Nanni, Cecilia Guerra Orozco muchos más.
Fue un honor
para mi y mis compañeras recibirlos en casa
y a todos
ellos los leímos.
Jamás se
suspendemos los cursos! - comenta feliz- Hasta
en pandemia nos volvimos virtuales.
Y
actualmente traté, pese a mi duelo de iniciar nuevamente los cursos y talleres.- afirma contenta Perla .
Además cursaron durante más de 20 años música con Mauricio Guzman
Historia del
Arte con Norma Alzogaray de García
Y Cine con
Rogelio y Bestriz de Parolo y luego Pedro
Gomez.
Así transcurrió mi vida intelectual desde los 32 años, también cocinando dulzuras -.
Bombones
Quietos en una vitrina
me esperaban
mañanas y tardes
ocultando burbujas de chocolate.
Yo corría detrás
de un color u otro color
como barriletes alcanzando
el cielo
papelitos de colores
dorados al sol
plateados con flores de nácar
verdes brillantes
esperando a su dueña
en un frenesí de chispas violetas y carmesí
Tocarlos, acariciarlos y plancharlos
con un amor infinito
en ese cofre azul
de páginas de hadas y duendes.
Papelitos, papelitos de colores
sueño que ya fue.
Perla Matilde Noé
El nombre
Mi nombre Perla me
enorgullece
nació del amor
de una abuela que no
conocí ni ella a mí.
Regalo de mis padres
para honrar mi padre a su
madre Perla
gran mujer que nunca más vio
Soy y seré Perla
Matilde
como esa amada Perla que ya no está
aquella madre
construida por
recuerdos y fotos
cafecitos turcos con espuma de estrellas
por sharopes
blancos de dulzura
de dulces de naranjas de una calleja de Izmir
Perla Matilde
llevaba su amor cubierto de soles y rosas
regalándolas al
viento y al mar
con tinta y papel a nuestra Salta
su hijo a quien nunca más vio
me regalaron la dicha del nombre
del amor paterno y
materno sin pedir
sin
esperar nada.
Llevo en mi una gran carga de amor
y gratitud, porque abuela Perla,
me dio su nombre
a esta mujer que soy
(Soy orgullosamente
Perla Matilde).
Perla Matilde Noé
Nadie
nos amasa
nuevamente
con alma
y barro ,
ni florece
con esa rosa púrpura
,
nadie
bendice
este polvo
y dos pimpollos,
clamando
gotas nacaradas ,
cantando
el pistilo dorado,
a ese cielo yermo
floreciendo
a tu encuentro.
Perla Matilde Noé
Y tú no quieres
que me digan ,
olvida esa mirada ,
olvida lo que escribes,
poemas
que son tus
poemas ,
lo que lees,
si escribo
para ti
no para mi,
ni para los
indagadores ,
es para esa niña
enamorada que fui,
es para esas
manos tibias,
huérfanas
de otros sueños,
danzando
en un baile
de amor.
Perla Matilde Noé
Soy la más herida
también los pájaros me rodean
tengo mis faltas
de niña vi cosas que no quería ver
atrapada en esos
recuerdos
soy la persona que
no quiso ser
esa persona que llora
que se pregunta a sí misma
los libros la abrazan
en un círculo de palabras.
En el universo de las cosas
Soy y seré esa
sombra que ilumina mi mañana.
Perla Matilde Noé
Ella
recuerda
Que le gustaba escribir
recitar en fiestas:
Las tres cautivas
y Romance de la niña negra,
en una mítica
terraza se oían
cantos y
bailes.
Entonces palabras
enamoradas
escapaban de ese
muro
oscuro y frío
agitando tardes
mudando en poemas
de amor.
Perla Matide Noé
ahora
el poder
del encierro,
a veces
en un papel arrugado,
otras
en un blanco
inmaculado ,
o en una pantalla
bailando
con luces
y voces cercanas,
me escondo
en esa caja
de papelitos
de colores
que una vez
guardé
celosamente ,
o en ese
vestidito marinero
con cuello azul
y rayas blancas
que mi madre
me hizo
una tarde
de otoño.
A veces
me dicen
salí ,
pero
no entiendo ,
otras digo
bueno
pero
no quiero
a veces
veo fantasmas
que de noche
me pasean,
me sacan
de este
encierro,
y ejerzo
otra vez
el poder
de los secretos.
Perla Matilde Noé
Mi madre ya no me borda más
esas tramas
enredadas,
violetas y azules
entonces,
me detengo
y entre
velos tenues
de olvidos
y ausencias
una aguja invisible,
va bordando
con hilos de madre,
una urdimbre infinita ,regalándome
manteles y colores
de infancia
carmesí.
Perla Matilde Noé
Después
de cuatro
mil años ,
de transitar desiertos ,
arenas,
becerros
de oro,
los libros
del eterno,
siguen peregrinando como los beduinos ,
entre rezos
y misiles,
entre cantos
y fantasmas,
pero
unas pocas gotas
de luces ,
bastaron para secar
esas lágrimas
del exilio.
Perla Matilde Noé
Tu corazón
era una copa pequeña,
gigantes
olas de amor
caían cerca
de tus ojos
y sonrisas,
siempre
brillando
con esa mirada ,
indagando
un mundo
perdido.
Estabas
encerrado
en papeles huérfanos
de tus manos,
Pero hoy
dijiste
basta,
y alzaste
esa copa
plateada
de luces
como un trofeo
y te fuiste.
Perla Matilde Noé
Muchas gracias querida Perla por sumar tus poemas inéditos y tu intensa y silenciosa labor cultural a pieldemundo.blogspot.com
Alejandra Díaz