Rogelio Ramos Signes :
nació en San Juan, Argentina, transcurrió su adolescencia en Rosario, provincia de Santa Fe y reside en Tucumán desde 1972 es un poeta, novelista, ensayista y cuentista, microrrelatista y periodista cultural. Con trece libros publicados y una venintena de libros inéditos fue ganador de los premios “Más Allá” (1986), “Alija” y “Luis José de Tejeda” (2008).
En cuanto a su cercanía a los poetas, escritores que pudimos disfrutar de largas charlas de café, en las que uno aguizaba necesariamente todos los sentidos, para recibir alguna apreciación a cerca del oficio de la escritura, cuento con él y lo reconozco,agradecida, como uno de nuestros maestros
Comenzó a publicar cuentos y poemas en la revista rosarina " El Lagrimal Trifulca" dirigida por Francisco Gandolfo. Por sugerencia de Juan Rulfo, publicó sus primeros microrrelatos en la revista “El cuento” de México, dirigida por Edmundo Valadés.. Colaboró con “Crisis”, dirigida por Eduardo Galeano, “Minotauro” y “El Péndulo”, ambas dirigidas por Marcial Souto, entre otras publicaciones de gran predicamento en la vida cultural de Argentina.
En los años 80 integró el grupo literario “Nunca estamos juntos” con Maísi Colombo, Ricardo Gandolfo y Manuel Martínez Novillo. Ganó numerosos premios, publicó trece libros y fue incluido en más de un centenar de antologías de diferentes especialidades.
Parte de su obra está traducida a diferentes idiomas como el francés, inglés y búlgaro.
Forma parte del Grupo “Buena Letra”, de consultoría editorial, dirigido por Claudia Nicolini, dedicado a la redacción, corrección y traducción de textos. Dicta cursos de escritura.1
Es articulista y crítico literario del diario " La Gaceta " de Tucumán. Es miembro fundador e integra la Asociación Literaria “Dr. David Lagmanovich”, junto a Ana María Mopty, Mónica Cazón, Liliana Massara y Julio Estefan. Dicha asociación se dedica a la difusión de poesía, microrrelatos y textos académicos de escritores del Noroeste argentino, además de organizar lecturas públicas, jornadas temáticas, congresos de literatura y presentaciones de libros, entre otras actividades a nivel nacional.
Dirige desde 1982 la revista “A y C” (Arquitectura y Construcción), la publicación de más larga vida en el interior de la República Argentina.
Las escamas del señor Crisolaras (cuentos) Sudamericana, Buenos Aires, 1983.Diario del tiempo en la nieve (novela) Minotauro, Buenos Aires, 1985 En los límites del aire, de Heraldo Cuevas (novela) El Péndulo, Bs. As. 1986. Soledad del mono en compañía (poesía) Libros del Hangar, Tucumán, 1994. Polvo de ladrillos (ensayos) Libros del Hangar, Tucumán, 1995. El ombligo de piedra (ensayos) Libros del Hangar, Tucumán. Dos ediciones: 2000 y 2001 En busca de los vestuarios (novela,) Ediciones del Eclipse, Buenos Aires, 2005 Un erizo en el andamio (ensayos) Libros del Hangar, Tucumán, 2006 La casa de té (poesía) Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2009. Por amor a Bulgaria (novela) Dirección de Cultura, Córdoba, 2009 Todo bicho que camina (microrrelatos) Universidad Nacional de Tucumán, 2009 El décimo verso (poesía) Ediciones del Árbol, Buenos Aires, 2011 La sobrina de Úrsula (novela) Culiquitaca, Tucumán, 2015.
A su vez integra las siguientes Antologías compiladas :Monoambientes (microrrelatos) Desde la Gente, IMFC, Buenos Aires, 2008. 29 microrrelatistas del Noroeste argentino. Ajenos al vecindario (poesía) Último Reino, Buenos Aires, 2009.. 4 poetas de Tucumán de los años 80. Cuaderno Laprida (microrrelatos), en colaboración con Julio Estefan. La aguja de Buffon, Tucumán, 2016. 72 microrrelatistas de todo el mundo hispano recrean un texto de David Lagmánovich
A continuación comparto la siguiente entrevista realizada al autor, en tiempo de cuarenenta por emergencia sanitaria, así de los modos que instaura esta nueva realidad, por correo electrónico y la generosa contribución de cada autor que se entrega al diálogo, este, el posible:
Hoy, 2020, contexto pandemia, varias veces he pensado qué
preguntar a quien viene sosteniendo un
lugar de importancia notable en la
Literatura tucumana desde hace tanto tiempo, que mantienes una fluida
comunicación desde las redes alimentando el goce del espíritu, compartiendo
músicos, canciones; me dije que podría comenzar con lo más simple: ¿Cómo está
un ser humano y escritor como vos en
este tiempo? ¿Cómo ves el tejido social, la literatura, la vida misma, lo
cotidiano?
Estoy
tratando de adaptarme, supongo que como todos, a una nueva manera de vivir;
modificando rutinas, desempolvando algunos deseos que ya había clausurado
(ciertas relecturas, por ejemplo), imaginándome dentro y fuera de este tiempo
que nos toca vivir y que sólo concebía en la literatura de ficción, extrañando cada
vez más la cercanía de mis seres queridos.
En
lo que hace a la trama social y su comportamiento todavía no veo que se cumpla
el pronóstico que decía que la pandemia nos fortalecería anímicamente y nos
convertiría en mejores personas.
Algo
bueno fue darme cuenta de que no necesitaba tantas cosas para vivir; que la
mayor parte era acompañamiento pero no sustancia. Y algo que sospechaba, pero
que ahora confirmé, es que pase lo que pase seguiré escribiendo todos los días
de mi vida, como vengo haciéndolo desde la adolescencia.
¿Qué opinas de la Literatura a la que tenemos acceso por las redes, páginas, sitios de difusión, etc.? ¿Ves válida esta propuesta de leer y compartir los textos?
Creo
que es maravilloso y múltiple el mundo que se nos abrió, si es que respetamos
sus mecanismos y sus códigos. Lo que antes nos llevaba muchas horas de búsqueda
y de trabajo, ahora podemos conseguirlo en el segundo que nos lleva hacer un
clic. Claro que, al haber tanta información, parte de ese tiempo ganado ahora
se nos va en discernir entre lo verdadero y lo falso, ya que ambas cosas se nos
presentan con el mismo maquillaje.
Creo
que lo que podría haber sido interesante ya mostró uno de sus lados más odioso:
la desmesura del ego. Facebook y otros sitios de difusión están abarrotados de
cosa variopinta imposible de seguir en su totalidad. La cantidad hace que
sobrevolemos todo y, al mismo tiempo, leamos menos. Nos ganó la urgencia. Si en
las tres o cuatro primeras líneas no encontramos el gancho que nos atrape,
abandonamos ese texto y repetimos el mecanismo con todos los demás.
La
estructura que verdaderamente me interesa es la misma que me seducía antes de
la pandemia: las páginas personales o colectivas donde podemos entrar si
tenemos deseo o curiosidad. La cantidad de cosas que nos asaltan en cuanto
encendemos la computadora tiene cierto parecido con las violaciones. Compartir
siempre es grato; acosar es atroz. Además sigo, al viejo estilo, amando el
papel impreso: hojear el libro que elijo, tocarlo, olerlo, leerlo, literalmente
devorarlo.
Igual,
el acceso a las redes nos brinda la maravillosa posibilidad de tener casi todo
a nuestro alcance; repito: si sabemos buscar y seleccionar. Nos brinda la
fortuna de contactarnos con colegas de lugares remotos, acceder a textos
imposibles de encontrar en otras épocas, crear lazos que posiblemente sean
duraderos. Es el Aleph, es el sueño de los enciclopedistas y ¿por qué no? es el
Manual de los Cortapalos y el Libro Gordo de Petete también. En algunos puntos
es la fantasía hecha realidad.
Si te dieran a elegir una aproximación a la definición de “lo bello” y “el espanto” ¿qué significados toman estas polaridades en la actualidad a tu modo de ver?
Sólo
por citar mal a Kant, te diría que para mí lo bello es todo eso que place sin
concepto. No siempre sé por qué me gusta lo que me gusta; o sea que mi percepción
de lo bello tiene forzosamente que diferir con los gustos que otros tienen. O
sea que lo bello, aunque casi nunca uso ese término, es lo que me conmueve. Me
pasa con la literatura, con la música, con cualquier manifestación artística;
me puede pasar con una simple y fugaz situación cotidiana, con el producto
final de un oficio llevado con respeto, incluso con un paisaje inesperado. Es
un golpe feliz en medio del pecho.
El
espanto tal vez sea la otra punta del mismo ovillo; eso que destroza lo bello
sin que podamos evitarlo. Es la desigualdad, la injusticia, la voracidad sin
límites, la indecencia disfrazada de virtud. La poesía, por supuesto, es un
bello intento para cortar ese espantoso discurso que ostenta el poder; pero ya
sabemos que, a los fines prácticos, ayuda pero no alcanza.
Algo que desees quede como
esperanzador, si lo hubiera, para el tiempo en que regresen los abrazos. ¿Tendrías
para compartir en una síntesis?
Si
bien no creo que todo sea de todos, sigo creyendo que una de las mejores cosas
que podemos hacer es compartir; dejar abierta, para que otros entren, la puerta
que se nos abrió; no esconder información; no imaginar a todos como
contrincantes.
No
soy de los que ven al colega como una competencia, ni soy el que desea el
jardín del vecino. Soy, por enseñanza y por práctica, el tipo de gente que se
contagia con la alegría de los demás; y que, desde su pequeño espacio, hace las
cosas lo mejor que puede.
Estas son las tres páginas personales de Rogelio Ramos Signes
ROGELIO
RAMOS SIGNES – POEMAS
https://www.facebook.com/RogelioRamosSignesEscritor/
ROGELIO
RAMOS SIGNES – MICRORRELATOS
https://www.facebook.com/Rogelio-Ramos-Signes-microrrelatos-353328648511006/
LOS
ARCHIVOS DE CANDAYA – ARTÍCULOS/ENSAYOS
https://www.facebook.com/SrCrisolaras/
( *)https://es.wikipedia.org/wiki/Rogelio_Ramos_Signes
POEMAS
ELEANOR RIGBY
Todo estaba dado para que
desaparecieras.
La cruz del sur era un oso
somnoliento
en busca del polo.
Las mariposas morían
frente al radiador de mi
máquina de hacer poemas
al tiempo que en la pantalla
yo era un cacique de cuchillo y
lagarto a la cintura.
Pero
no nos engañemos,
eras demasiado simple para
morir de vieja.
La tarde estaba dada para tu
desmayo.
Un hombre con el cráneo abierto
sobre el parabrisas
cortaba de rojo todas las
calles del país
mientras otro hombre (cerca de
tu casa)
crecía dentro de una cabina
telefónica.
En el sueño que sueño que
escribo
todos buscan diciembre, pero no
llegan nunca.
CARTA FINAL SIN
NOVEDADES
Poema que escribí a pedido de mi hijo Camilo.
no hacen tric
tric tric,
las aves
hacen
trac
hacen
guaaac guaaac
-sonidos tan extraños-
aunque el viento sopla
de la misma manera
pero agitando otros
árboles,
y el cielo es menos
azul
y los campos más
verdes.
Todo sucede allí como
en una ropa dada vuelta.
Te busco en las
costuras
y
no estás.
No estás en los
destellos de esas islas exóticas
sino en cuanta cosa de
este páramo todavía te recuerda,
y crujen las maderas
y ladra ese animal
que
no siempre es un perro.
Hacia allá van mis
cartas.
Hacia acá vuelven
siempre quemadas por el viento.
Nada ha cambiado en mí
(según
reza el espejo)
salvo que ahora también
pienso en la muerte
y existe una pastilla
que gobierna mi sueño.
Lo demás es la clásica
rutina,
el prolongado uuuuuuuuuuuuuu de la distancia
el
cansancio
esta
guerra.
Rogelio Ramos Signes
(“Soledad
del mono en compañía”
Libros del
Hangar, Tucumán, 1994)
LOS CABALLEROS LAS PREFIEREN
MUERTAS
Habla Marilyn Monroe:
“Esta noche no le tendré
miedo a los osos.
“Esta noche cantaré como
cantan las muchachas
en una cabaña rodeada por la
nieve.
“Esta noche volveré a
llamarme Norma,
rociaré con barniz los viejos
aviones que ya no irán a la guerra,
guardaré mi ropa íntima en la
nevera,
reclamaré afecto con extraños
modales
como el Monstruo de
“Esta noche (4 de agosto de
1962)
volveré a posar para el señor
Morán,
secaré el sudor de mis
piernas
con el aire del metro
levantándome la pollera
o con la respiración de Tony
despeinándome.
Ensayaré un canto banal
para el presidente de los
dientes amarillos,
remendaré paracaídas,
besaré a mister Gable como si
fuese mi padre.
“Esta noche diré tonteras a
la prensa,
renunciaré a entender por qué
muere el viajante
en esa obra de Arthur que no
vi en el teatro,
lloraré de alegría y reiré
para ahuyentar la tristeza
como esas heroínas rusas que
nunca interpreté
(yo, justo yo, american pin-up,
hello, hello, por favor conteste).
“Esta noche escribiré con
pintalabios en el espejo
que los comunistas también
quieren a sus hijos,
que nadie deja cosa alguna
tras de sí a su paso por Hollywood
y que los hombres con
anteojos son muy monos.
“Esta noche tendré la última
charla con mis ovarios,
me soñaré desnuda en una
iglesia,
lata vacía tirada en un
baldío,
baby-sitter de plástico,
granjera, secretaria, corista.
“Esta noche me sentiré un
frágil conejito de chocolate
a punto de ser mordido.
“Mañana seré eterna”.
Rogelio Ramos Signes (“La casa de té”,Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2009)
EL EQUIPAJE DE LA
LENGUA
Y es así como salgo al mundo
con mis poquitas palabras
“papá” “mamá” “teta”
“puerta”
y el mundo me entrega
las suyas
“mucho ruido y pocas
nueces”
“ni chicha ni limonada”
y voy haciéndome de un
equipaje
y mezclándome entre la
gente
sólo con esto que será
mi vida o mi perdición:
el lenguaje.
LA CANCIÓN DEL ENCASTRE
Ahora iniciarán los
cuerpos
un diálogo sin tregua y
en fisura.
Ahora se hará carne
literal
aquello de “Lo mío es
tuyo”
y su irresistible
viceversa.
Ahora vendrá la sangre
de la vida,
el aire que quita la
respiración.
Ahora nos bautizaremos
mutuamente.
Ahora pondremos a
trabajar
hasta el más alejado
poro de frontera.
(“El décimo verso”Ediciones del Árbol, Buenos Aires, 2011)
LA VUELTA
Ella siempre elegía
alguna mesa cerca de la ventana;
yo mentía estar de
acuerdo, pero me sentaba a la sombra.
Ella pedía un café
liviano; yo, un café pesado, pesadísimo;
un café al que le
agregaran toda esa fuerza
que le sacaban al de
ella. Nos complementábamos.
Yo limpiaba mis
anteojos con el faldón de la remera
y ella jugaba a
enojarse por mi vulgaridad.
Así pasaron 15 años y 6
meses, más11 noches terribles
hasta el lluvioso día
del adiós, en octubre. Sí, en octubre.
4 años, un mes y 17
días después volvimos a encontrarnos
—los almanaques tienen
esas precisiones tal vez innecesarias—
pero ya no éramos los
mismos. Habíamos perdido la alegría.
Ella ya no bebía café
liviano, sino cargado, muy espeso;
y yo limpiaba mis
anteojos con esas gamucitas
que te regalan en las
ópticas.
CUESTIÓN DE GÉNERO
¿Qué podré hacer con mi basto y tu basta,
con mi libro en tu libra y tu caso en mi casa?
¿Cómo acercar la necesidad de mi plato a tu plata,
de tu foca a mi foco, de tu lomo a mi loma?
¿Cómo congeniar mi tango con tu tanga
sin perder de vista tu morado y mi morada?
Sin pensar en tu cigarro y mi cigarra
quiero relacionar mi mango con tu manga,
asentar mi libreto en tu libreta, mi pesa en tu
peso,
mi suelo en tu suela, mi tallo en tu talla,
acercar mi algo hasta tu alga, mi tino hasta tu
tina,
desenroscar mi lima en busca de tu limo
y posar sin permiso mi puerto en tu puerta.
Me desvela que llegue mi barra hasta tu barro,
tu pulpa hasta mi pulpo, mi rayo hasta tu raya.
A continuación, agradezco inmensamente poder compartir este video realizado por Valentín Isaías Ramos, nieto de Rogelio, para para el Festival Virtual de la Poesía en Paris, su hijo Camilo Ramos Gati, agregó los títulos, leyendo el texto: " El trompo":
EL TROMPO
Cuando jugaba a los trompos con mi padre
siempre
me ganaba.
Yo ponía todo mi
empeño
pero era muy corto de
vista, y él
siempre
me ganaba.
Mi trompo giraba
plácidamente en la mano de mi padre
y su trompo se
escapaba por entre mis dedos.
Yo ponía todo mi
empeño pero quien ganaba era él.
Y reía, no burlándose
reía como a la espera
de algo que no llegaba,
una explicación,
una deducción
que estaba al alcance
de mis ojos
pero
yo era muy corto de vista.
“Hay que mirar
detenidamente”
me
decía.
“Hay que mirar y
sacar conclusiones”
mientras mi trompo
bailaba en la palma de su mano
y él reía con sus
dientes chiquitos
gastados por el
tiempo.
Un día
tras
una inolvidable clase de Física en el colegio
volví a casa y le
pedí que enrollara el trompo.
Hacía más de cinco
años que no jugábamos a eso
y mi padre me miró de
una manera difícil de describir,
con cariño,
con satisfacción,
pero más que todo con
alivio,
como diciendo “Ha
llegado el momento.”
Mi padre era zurdo
(siempre
lo supe, pero no deduje)
y enrollaba el hilo en
sentido contrario a las agujas del reloj,
por eso el trompo que
él preparaba
se escapaba de mi
mano torpemente diestra,
y no de la suya,
astutamente siniestra.
La infancia es un
despiadado campo de aprendizaje
donde las clases
prácticas
se dictan fuera de
horario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario