sábado, 10 de abril de 2021

POESÍA ARGENTINA: LUIS DANIEL ÁLVAREZ- ANDALGALÁ, CATAMARCA


Luis Daniel Álvarez:

                                           nació el 28 de enero de 1988 en Andalgalá (Catamarca- república Argentina). Público los siguientes libros: "Pueblo y rebelión" (2013), "Vuelo onírico" (2015), “Sueños encajonados” (2015 Y 2017) y  “Pájaros de aguardiente” (2017). Dirige la página web de cultura "La tuerca andante" https://latuercaandante.wixsite.com/website/blog

  Se desliza por los versos así como cuando también toma su guitarra y entona una zamba- escrita por él-, tiempo de poesías intercambiadas desde las tierras donde vivió mi padre.

   Desde su muro de Facebook puede leerse la situación por la que se une a su Andalgalá natal, con aflicción:

"Soy de Andalgalá, pero vivo en San Luis, y soy un ciudadano más del mundo, y ahora y siempre gritaré NO A LA MINERIA A CIELO ABIERTO"

(https://www.facebook.com/DanielAlvarezlit)

 El joven autor también nos comparte un poema inédito. 


Luis Daniel Álvarez

POEMAS DE DANIEL ÁLVAREZ:


Ecopueblo

Me levanto
escuchando cantar el sol
junto a los gorriones;
luego salgo a caminar
por las calles de arenas
viendo las plantas saludar
al viento,
las paredes de las viejas casas
hablar con las piedras sobre
los secretos nocturnos
escondidos en el pasado.

Veo a los niños con sus madres,
a las parejas de jóvenes y ancianos
de las manos practicando
el sacramento del amor;
mientras que otros
aman, odian, ríen o lloran
admirando o detestando
sus virtudes y defectos.

Mientras sigo caminando
el paisaje queda con sus cuadros
y el día sigue marchando
como todos los domingos del pueblo.

 

(Del libro: “Pueblo y rebelión”)

 

 

 

 

 Hoy tan solo quiero ser


Hoy tan solo quiero ser…
la luz que se disemina en el agua.
La soledad ambulante.
La paz escurrida en las manos.
El mantra resurgido de tus entrañas.
La vegetación que adornan tus sendas
y el sendero marcado por tus pies descalzos.
La cordura reluciente en tus labios venenosos.
El viento que cae en cuentagotas sobre tus ojos espectrales.
La enredadera que indaga la razón de tu inconciencia.
La oración de tu credo pagano y místico.
El crespúsculo que encuentra el amanecer en las montañas.
El sideral que estalla poéticamente en las alas del cielo
La mirada perdida en las sombras astrales
y en el vino del amanecer
La coraza que conoce el agua de tus vertientes.
El recuerdo que retorna a las cenizas vírgenes.
El susurro movilizado por las espinas del alma.
La melodía que contempla el polvo de los pecados.
La palpitación que desentierra vestigios amorosos.
La rebeldía carbonizada en tus nidos labiales.
El manifiesto del nirvana amanecido en la adultez.
La fermentación que explota de tus imágenes escépticas.
La verdad que derrumba los tiempos.
El cristal que refleja el tótem en tu rostro aéreo.
El bosque teñido de cuatro estaciones.
La fauna erótica de tus geografías.
La conciencia de doble filo y más hiriente que un puñal.
El arco iris que pinta los días después de la lluvia.
Hoy tan solo quiero ser una palabra…

(Del libro: “Vuelo Onírico”)

 

 

 

 

Vuelo onírico


A la memoria de Carlos Castañeda
Sentado a la orilla de un río
emprendo un vuelo
por los círculos de fuego,
y una suave frazada de cactus
hace desaparecer mi cuerpo de escamas en el aire.
En las dunas de la soledad etérea
encuentro a una mujer
jugando con sueños
escondidos en el abismo;
y los siderales calman la sed
de las almas cansadas de la realidad.
Grandes esferas de colores marinos
adornan con hojas a las nubes pecadoras;
y las diatribas dilatadas con maldad
son inscriptas en los días obstruidos
por corazones prófugos
de pesadillas estupefactas.
En la caverna de la conciencia
dibujos infantiles vencen
las sombras atormentadoras.
En la cima de mi cordura
espejos y flores mágicas
reflejan los sonidos de la esperanza.
Simplemente en este retiro
fluyo entre las betas de la luna
comprendiendo el brillo de las palabras.

(Del libro: “Vuelo onírico”)

 

 

   Imaginar

 

Los astros consternan el café

para que no asumamos las fechas

y las horas no sean percibidas.

Nada nos garantiza que el encuentro

quede grabado en la vitrina

porque no somos parte de la lluvia.

Tampoco podemos vivir en el paraíso

ni ser los héroes de una nación imaginada.

Solo basta saber que somos ánimas

garabateando sobre la servilleta arrugada

los argumentos oxidados por los años.

Basta de pensar.

Dejemos que las carcajadas

se pierdan en la neblina

que acaricia la ciudad

alucinada.

 

(Del libro: “Transeúntes”)

 

Asumir

 

Esperar en la ausencia

que el lenguaje

me brinde las palabras

que no herede

cuando la historia

solamente caminaba

en  pangea,

es asumir

que soy una partícula

naufragando

en los mares

pintados

por las orquestas

del silencio.

 

 

(Inédito)

 

Luis Daniel Álvarez

 

Agradecida por sumarte a pieldemundo.blogspot.com

Alejandra Díaz

 


1 comentario:

  1. Felicitaciones a este joven poeta. Las imágenes que atraviesan la pantalla son un documento que sensibilizan y proclaman un llamado a cuidar y protejer nuestro medio ambiente tan vapuleado. Gracias

    ResponderEliminar