Silvia Camuña |
Fue un privilegio acceder al libro " Narrativa breve reunida " de Silvia Camuña, -Gerania Editora 2021- en un reciente reencuentro con esta amiga y compañera de senderos literarios.
1-Observo
en tu poética y en tu obra narrativa el trabajo minucioso de una escritura que
tiene muchos mundos en los que detenerse y preguntar, ¿ qué mundos ?
Mi
obra fue transitando diferentes etapas (y mundos) a lo largo de mi vida, hasta
convertirse en un “proyecto de obra” (palabras de Verónica Juliano en la
presentación de mi Narrativa Breve reunida), me parece una manera acertada de
definir esos mundos, que van desde “la infancia como espacio no como
temporalidad” (en palabras de Diego Font), hasta el ser mujer en un tiempo y un
lugar marcado por los determinismos sociales pero también por aires de
liberación. Y sí, siempre fue un trabajo minucioso, creo que, a la pulsión de
la escritura, a la etapa volcánica, debe seguirle sí o sí un período para
revisar y cincelar la obra. Pero bueno, hablar de “muchos mundos” también es
hablar de los diferentes géneros por los que transito, y tal vez de la
“contaminación poética” que existe en mi paso por todos ellos. Siempre afirmo
ser poeta sobre todo, no porque la poesía sea el género en el que me sienta más
cómoda, sino porque el lenguaje de la poesía aparece siempre, en mis novelas
cortas, en mis microrrelatos, en mi dramaturgia.
Y
un universo al que también invadí con mi ser escritora, fue la docencia. Mi
profesión como escritora siempre se emparentó con mi rol docente cuando trabajé
en la Escuela Juan XXIII, y también en mi actual rol de formadora de
formadores, donde invito a escribir poesía y ficción a muchos profesores y
profesoras para que luego de sus experiencias creativas puedan replicarlas en
el aula. Creo en la poesía como militancia, y propicio experiencias similares a
la Revista VillaBom en sectores vulnerabilizados para que, como afirmó Gianni
Rodari, a través del uso de la palabra logremos, no que todos sean artistas,
sino que nadie sea esclavo.
2-Tus
primeros escritos, ¿cuándo aparecen en tu vida?
Desde
que aprendí a leer a los cinco años fui una lectora entusiasta. De leer nacen
mis deseos de contar historias. Hubo un suceso que marcó mi rumbo creativo:
quería tener ese libro que una amiguita de la infancia inventaba y me decía que
tenía: un libro que cada día se abría y tenía historias diferentes, dibujos
diferentes, un libro mutable. ¿Ese libro existía?, me preguntaba entonces. La
sensación es que cada vez que me siento a escribir, ese libro inalcanzable
ayer, muta una vez más, y logro que sea mío. Así fue el comienzo de mi
escritura, A los diez años aprendí dactilografía en casa
con una vieja carpeta de ejercicios de cuando mi papá había ido a una Academia
en La Banda, Santiago del Estero (su provincia natal) y me largué con toda la
seriedad a tipear en una Olivetti mi primera novelita oficial “Lantana”; tenía
11 años. Luego escribí poesía en un cuaderno, para hablar de mis sentimientos y
compartir con mis amigas de la secundaria, y poco a poco fui “oficializando”
mis escritos durante mi adolescencia, mandando a concursos; los premios
literarios a esa edad, más allá del placer que la creación me dio siempre,
fueron los que me hicieron pensar la escritura como una profesión.
3- A este universo poético tan rico, te invito a mencionar algunas influencias desde la infancia hasta la actualidad (contexto- cosmovisión);
influencias literarias que lo marcaron .
-Luego
de leer los clásicos en la infancia (Heidi de Johanna Spyri, la saga de
Mujercitas de Luisa M. Alcott; Chico Carlo de Juana de Ibarbourou; Sissi
emperatriz de la colección de la revista Billiken; la saga de Anne de los
Tejados verdes de Lucy Maud Montgomery y Los caballeros del rey Arturo, entre
otros), llegó una gran influencia, que puede sonar cursi, pero que fue quien me
animó a la prosa poética, fue Poldy Bird; tenía 9 o 10 años y me había leído
todos sus libros, y también había comenzado a escribir lacrimosas historias que
luego, por suerte (risas) fueron depurándose en un estilo propio. En la
adolescencia mis lecturas se fueron ampliando, enganché muy bien con Marta
Lynch (adoraba todas sus obras que elegía y compraba los domingos de paseo
familiar en una conocida librería de usados de Tucumán), con García Márquez,
con Cortázar, y con otros escritores del Boom. Cuando comencé a estudiar Letras
en la Facultad de Filosofía y Letras, enriquecí mis lecturas y la vanguardia
latinoamericana me explotó la cabeza con su César Vallejo, Girondo, Huidobro, a
quienes comencé a seguir e imitar. Marcaron también mi camino lector (y
escritor) las autoras locales Ariadna Chaves e Inés Aráoz. Coincidió la
“desestructuración” de mis escritos con esas lecturas y los primeros talleres
literarios en los que participé (con Gabriel Kreibohm y Juan González). También
admiro a Flannery O’Connor, Toni Morrison, son muchas las autoras que he leído
y aún consulto.
Actualmente
ando enamorada de la prosa de Hebe Uhart, conocí y admiro la obra de Camila
Sosa Villada. También leyendo las novelas cortas de Onetti para continuar
aprendiendo, Mairal, Selva Almada, Aira, y obras de autoras/es del NOA a las
que la enriquecida actividad editorial de la provincia está posibilitando el
acceso (leo todo lo que puedo y consigo, y admiro a muchas/os de mis colegas
coprovincianas/os). Otras infaltables en mi “biblioteca poética”: Marosa di
Giorgio, Diana Bellesi, la Pizarnik, la Orozco, Delmira Agustini. Otra obra que
admiro, la de la Yourcenar, sobre todo sus prosas poéticas y novelas cortas
(Fuegos; Alexis o el tratado del inútil combate, entre otras).-
4-¿Creés
que la poesía es un metalenguaje que nos permite nombrar lo que tal vez la
realidad no refleja de un modo inmediato?
-Creo
que la poesía es un metalenguaje que nos permite no solo nombrar la realidad,
sino que también es una posibilidad de poder llegar a comprenderla. A los
lugares a los que a veces ni el ensayo puede llegar, llega la poesía. Platón,
era un poeta.
La poesía y la prosa, para mí, están construidas sobre todo con imágenes, y Bachelard nos dice que la imagen es una herida que solo la metáfora puede curar. Eso como creadora, pero como lectoras y lectores, pensemos qué es la poesía, cómo y dónde nos situamos para leer poesía, qué es lo que la poesía nos provoca, qué nos trae y qué se lleva en materia de emociones. En palabras de la poeta argentina María Negroni, “la poesía es la conciencia más aguda del lenguaje”. Para ella, los momentos más lúcidos de un libro son los momentos en que “el pensamiento se emociona”. “Eso es lo que agradecemos de la poesía, porque vivimos en general en una especie de pradera chata de lugares comunes, entonces cada vez que aparece algo que nos propone un pensamiento díscolo, se abre un espacio de libertad. Y eso es maravilloso”. La autora afirma que la poesía es una actividad que trabaja con un instrumento complejo, el lenguaje; “no importan los temas en la poesía, lo único que hay es lenguaje puro, pregunta pura. Es una especie de aventura, a la vez epistemológica, existencial, porque uno a través de ese instrumento reducido e insuficiente, está tratando no de responder preguntas, sino en todo caso de mejorar la calidad de las preguntas que ya tenemos como seres humanos”.
Para
Negroni, cada libro implica una especie de conquista de una forma. En realidad,
la forma es lo que viene a calmar la obsesión que da origen al libro. Una
escribe porque tiene una obsesión, algo que está queriendo entender, o algo que
a uno lo está perturbando de cierta manera (cuestión que concuerda
completamente en mi proceso de escritura) ¿Escribimos para no morir? Como dice
Clademira, un personaje de una de mis novelitas, ¿el lenguaje nos salva? Sin
definir a la escritura poética como un recurso de sanación del dolor
existencial, me atrevo a decir, que el lenguaje poético nos permite nombrar y
traer con nosotros a lo que no está, decir lo que fue pero sin tiempos.
Nos
dice Paulo Leminski, poeta brasilero, que deberíamos pensar la poesía como un
objeto verbal que no necesariamente debe servir para algo: “el poema es un
inutensilio”, no tiene una función convencional, no dice lo políticamente
correcto, la poesía tiene una finalidad en sí misma, solo cuenta la realidad
interior. Es lo “in-útil indispensable”.-
5-Tenés
una escritura femenina. ¿Te considerás feminista? Tus personajes rompen con
mandatos sociales del patriarcado y el yo lírico también cede a los placeres y
goces prohibidos durante mucho tiempo. Encarnas en vos y en tu escritura una
lucha feminista sagrada, profana y bella.
-El
feminismo en su perspectiva filosófica postula el «principio de igualdad de
derechos de la mujer y el hombre», claro que soy feminista.
La
Prof. Mar Herrera, que está estudiando mi obra narrativa, afirma que como
autora moldeo una estética femenina donde la mujer deja ser cuerpo-objeto para
constituirse en cuerpo-sujeto capaz de construir y transmitir mediante el
discurso creativo sus experiencias. En la nota final que escribí para mi
Narrativa breve reunida, afirmo que los temas encarnados en las protagonistas
apuntan siempre hacia lo mismo: la reivindicación del deseo, el desafío a los
valores tradicionalmente establecidos que sitúan a la mujer presa de una moral
burguesa. Bajo diferentes rostros planto bandera: la que no puede olvidar, la
que no recuerda, la que espera y escapa, la que decide poner fin a su vida, la
que no siente, la que está muerta por haberse atrevido. Todas tienen voz. Todas
ellas, mis personajes, han sobrevivido a la guerra contra los prejuicios.
En
la presentación de mi nouvelle “Clademira y el vuelo”, el escritor Lorenzo
Verdasco, afirmó: "Evidentemente a Clademira le gusta hablar de lo que no
se habla, o más bien, de lo que no queda bien hablar. ¿Dónde se podrá escribir
aquello de lo que no se habla?". También,
indicó en esa oportunidad a los presentes: “Yo, como médico del alma, prescribo
a los tucumanos tomarse una cucharada sopera de Clademira y el vuelo todos los
días por la mañana. Y de eso modo sacarse de encima la hipocresía, la
esterilidad mental y el idiotismo genital”.
La Prof. Verónica Estévez, dijo
acerca de mi nouvelle “Relato en son para Mala”: dos tópicos pueden
desprenderse de su lectura: el lenguaje y sus posibilidades (o falta de ellas)
y la reivindicación del deseo en el sujeto femenino. Es de destacar, el gesto
casi adolescente, irreverente de romper estructuras, de jugar con el lenguaje,
con su materialidad.
Creo que mi obra encarna una
lucha desde las ancestras y una herencia para las más pequeñas y más jóvenes
que tomarán la posta.-
6-¿Desarrollás algún método de escritura para tus creaciones?
-“Si
querés escribir, tenés que leer” solía decirme mi padre. Así que, antes de
nada, nutrirse, no para copiar sino para empaparse de palabras. Muchas veces he
salido de islas, de estancamientos creativos, leyendo.
Javier
Cercas dice en un reportaje: “Un escritor no sabe lo que quiere decir hasta que
ya lo ha dicho”. La mayoría de las veces es así; no creo en un plan, en la
escritura con un plan previo. Mientras escribo, esto respecto a la prosa, van
surgiendo las conexiones y las sorpresas. En la dramaturgia, los esquemas
acerca del conflicto y su desarrollo sirven una vez que se avanzó y se cuenta
con la materia prima. Una cuestión central para escribir dramaturgia, que
aprendí con Martín Giner (y que aplico para la narrativa también): no es
necesario escribir de modo cronológico, hay que crear, dejar lugar a lo que nos
trae la escritura volcánica, y luego podrán acomodarse las piezas. Mis obras
narrativas nacieron todas de una frase que se repitió en mi mente con
insistencia de golpeteo, una vez escrita esa primera frase, se desató el resto
de modo huracanado.
Respecto
a la escritura poética, es un susurro, una imagen que toca a la puerta a
cualquier hora y que una puede atrapar en la palabra escrita. Son momentos
efímeros que si no se materializan cuando el susurro aparece luego se pierden.
He lamentado la pérdida de muchos de esos llamados por estar ocupada
trabajando. La pandemia me permitió ser más estricta con esos susurros y no he
dejado pasar casi ninguno. La poesía es más cotidiana, escribo casi todas las
semanas, la narrativa, las historias, me suelen ocurrir como un ventarrón, como
las obras de teatro, y cuando el ventarrón se manifiesta no queda nada en pie.
En casa saben, y mi hijo desde muy pequeño, que cuando estoy escribiendo nada
debe interrumpirme. La música también es clave para mis momentos de intimidad
creativa. Los olores lo fueron también en algunas oportunidades, los recuerdos
olfativos u otros sinestésicos, llevan derechito a la creación si una sabe
detectar el síntoma a tiempo (risas).-
7- Cómo se dan los tiempos
entre la escritura, la revisión y la edición.
-Suelo
dejar pasar bastante tiempo entre la escritura, la revisión final y la
publicación. Tanto para los poemarios como para la obra narrativa; con el
teatro es todo más inmediato, porque tiene mucho que ver el punto final con la
organicidad; en cambio un poemario, una nouvelle, es un cuerpo más extenso de
palabras, que puede considerarse concluido, pero seguir dando lugar a nuevas
revisiones, pulidos, retoques en el estilo no en el contenido.
La
demora entre la conclusión de una obra y su publicación está muy bien explicada
por Mar Herrera en el apartado biográfico de su estudio en proceso: “Al
pertenecer a un lugar que geográficamente se encuentra alejado del centro del
país, la obra de Silvia Camuña además de enfrentarse a las dificultades típicas
de una escritura que pretende salir al mundo para que se conozca –cuestiones
editoriales, promoción y difusión, instalación en el campo cultural, recepción
y circulación, etcétera–, debe sortear la vicisitud de ser regional, es decir,
de un contexto de producción que no es el dominante”.
La
mayoría de mi obra vio la luz luego de una década (en promedio) de haber sido
escrita. La publicación pone fin a las revisiones autorales y da lugar a otras
correcciones junto a los editores. No fue el caso de mi poemario “Cornucopia”
que se gestó en pandemia y se publicó al año siguiente. Las políticas
culturales y los impulsos editoriales independientes están, por suerte,
acortando el camino hacia la publicación para las y los autores del norte del
país.
La
novela “Blanca del barrio El Bosque” que publicó a fines de 2021 Gerania, por
ejemplo, tuvo un largo proceso de escritura, diferentes títulos, fue mucho más
extensa en algún momento, dejé afuera capítulos, personajes. Comencé a
escribirla como una novelita breve que se llamaba “El espejismo” en el año
2001, luego esa novelita se transformó en un capítulo, y le crecieron otras
ramas, otras historias que comenzaron a conectar con esa. Luego se llamó “El
libro del recuerdo y el olvido”, también “Caleidoscopio”, hasta que finalmente
terminó de decantar en el año 2020. Me dije a mí misma: o la cierro o la tiro.
Fueron años de acomodar capítulos, de achicar la trama, de corregir estilo. Es
muy importante en este proceso el rol de lector y corrector que tiene mi
pareja, Sixto, él se ocupa siempre de guiarme en la “decantación” final de mis
textos, tanto poéticos como narrativos.
Accedí
a publicaciones a través de concursos y también he solventado mis propias
ediciones de autora. Soy obsesiva y estricta con los tiempos de “decantación”
de los textos, porque también lo considero un compromiso y una responsabilidad
con las/los lectoras/es.
No
quiero dejar de mencionar a David Lagmanovich como mi principal maestro al
momento de corregir mis poesías, con él aprendí a detectar la respiración de
mis poemas, a usar los espacios, los silencios.
Por
otra parte, creo que no hay que apurarse a publicar, hay que dejar reposar los
textos, darlos a leer, escuchar las opiniones. Un texto guardado que se
reflota, nos habla de la escritora o del escritor que fuimos, sirve leerse en
las diferentes etapas para continuar avanzando y creciendo en la profesión. Una
rica experiencia fue publicar mi narrativa reunida, donde pude retocar estilo
de textos escritos hace más de veinte años.-
-
Videopoema 1. Poemario Cornucopia de Silvia Camuña
(Tres
partes vertebran este poemario. La primera, Flores, recorre la luminosidad y el
miedo en la niñez. La niña crece y Frutos habla de las ausencias y la
incompletitud, pero también del amor que salva. En Monedas, la mujer se
despliega en todas las mujeres y se duele de la violencia).
-
Videopoema. Poema 6 del libro TUMBA DO de Silvia Camuña
(El
videopoema conforma parte del material didáctico del Curso Proyectos
Socioeducativos mediados por TIC. Festivales de poesía: videopoemas y karaoke
poético de la Modalidad de Educación en Contextos de Encierro (MECE) del
Ministerio de Educación de Tucumán, 2020).
POESÍA INÉDITA:
Ha llovido y los patios
se
pusieron rojos
como
labios pintados
las
paredes blancas
son novias
dormidas
contra
la tarde
la piel se
enfría
y me
acerco
para medir
si estamos
cerca
lejos
vivos
muertos
despiertos
soñados
te toco
con
el dedo
te das
vuelta
qué
pasa
sabemos
que nada
solo
compruebo
la sangre
bajo la
misma paz
ya se ha
vivido
entre
caminos
cerrados
por un
portón de hierro
ya se
conoce la visión
de la
hamaca amarilla
meciéndose
bajo la lluvia
este
camino nuestro
un
círculo
que
va y viene
sobre
el verano.
(Inédito, Poemario “Dedos de sal” - 2021-2020)
Ellas perdieron el brillo
no
tuvieron mucho más
que
una prole
desperdigada
y amable
¿recordarán
sus cuerpos
jóvenes
debajo
de
la parra?
¿el
lazo de viento
que
iba a lanzarlas
hacia el sol?
en
la siesta
por
un corredor largo
cargan
mandarinas
en
la falda
dirigen
el mundo
la
rutina
aman
a veces
a sus maridos cansados
al
dolor
lo
guardan en cajas de sombreros
sobre roperos
altos.
(Inédito, Poemario “Dedos de sal” - 2021-2020)
Las tías suben como mariposas viejas
o
fósforos de cera hechos vestidos
bailarinas
con cabeza de caramelo
hadas
chamuscadas
por
un viento de fuego
con
sus camisones de pelusa
de
dientes de león
van
hacia el cielo
como
nos enseñaron
parten
en orden
de
edades
de
soledades
con
tristeza y olvido
de
lo que fueron
estrellas
apagadas
insisten
en darnos
su
brillo
opacas
muñequitas
despeinadas
se elevan
como
las briznas
en
un viento de oro
mi
madre las saluda
y
la sujetamos fuerte
de
la falda
somos
el contrapeso
para
su eternidad
de
palomita enferma
en
el ocaso
de
un tirón la traemos
para
nuestro lado
la
acariciamos
escondidas
las cabezas
en
su vientre de mundo
hacemos
contrapeso
que
no se vuele
fosforito
de ausencia
uno
más.
(Inédito, Poemario “Dedos de sal” - 2021-2020)
Obra teatrlal : " En la otra orilla de la noche"-sobre textos de Alejandra Pizarnik |
Para leer a Silvia Camuña, sus libros se encuentan en:
Librería Madreselva ( " Narrativa breve reunida- Gerania Editora-
https://www.facebook.com/madreselvalibros/
https://www.salvajefederal.com/productos/narrativa-breve-reunida-silvia-camuna/
Versiones online: Repositorio INVELEC :
"Relato en son para Mala" : http://repositorio.invelec-conicet.gob.ar/handle/INVELEC/214
"Clademira y el vuelo": http://repositorio.invelec-conicet.gob.ar/handle/INVELEC/152
"Tumba do":http://repositorio.invelec-conicet.gob.ar/handle/INVELEC/153
" Poemas del maravilloso ritual" :
http://repositorio.invelec-conicet.gob.ar/handle/INVELEC/193
" Poemas de la montaña ":
PIELDEMUNDOBLOGSPOT, agradece a la escritora SILVIA CAMUÑA !!
Alejandra Díaz
¡Felicitaciones, Ale! Hermoso sitio de arte. Abrazo inmenso.
ResponderEliminarMuchas gracias losvuelosdemaria por pasar por el blog.
EliminarExcelente escritora Silvia Camuña